EL MVP DE 2006

Porque dejó de llevar clavos y martillo para fijarse en un sólo lugar de la cancha. Porque empezó a pegar tanto que fue echado tres partidos seguidos por cinco fouls. Porque hizo puntos en todos los campeonatos en los que jugó. Porque fue tentado por el festival de Viña para ir a una noche de humor con Bombo Fica. Porque tiene un gemelo muy malo que lo manda para que todos los añoremos al siguiente partido. Porque su rendimiento mejoró notablemente y ha desarrollado su juego de manera excepcional. Porque tiene un sentido de autocrítica enorme (es una ironía, Muñe). Porque es humilde (también es ironía). Porque es paciente (adivina). Porque se casó con Muñeco (saludos, Georgina) y fue una fiesta inolvidable. Porque antes de eso se puso un colaless rojo y fue toda una tentación en su despedida de soltero. Porque dejó de ser carrilero por la derecha. Porque es un amigo y puso a disposición del equipo la camioneta. Porque siempre echó tallas hasta cuando el secretario estaba quebrado y lo llevaban a la clínica. Porque echó al Guido del equipo a punta de garabatos. Porque lo queremos, y porque hacemos que pierda la paciencia porque no lo saludamos en sus logros. Porque firmó un contrato con Converse para reeditar las zapatillas que usó Wilt Chamberlain en 1967. Por ser el amigo de la señora Flora, y porque Muñe se llama César Cáceres, el MVP de 2006. No hubo otro que hiciera tanto durante este año. Y porque queremos que te dejes de molestar un rato.

Felicitaciones.

La directiva.